NUESTRA HISTORIA
En 1950 en Carabobo con Miranda, nació la empresa Depósitos Miranda. El Señor Antonio Vélez y su hermano Delio empezaron a trabajar juntos durante los primeros cinco años, al cabo, Vélez se quedó solo con el depósito que para aquel entonces sólo guardaba en su interior y en la fachada la víspera de un buen negocio. El material que se conseguía era vendido y se transportaba por el único medio accesible para conducir los elementos, el carrito de bestia. Claro está, que la bestia no solo servía para acarrear los productos negociados, también su estiércol fue de gran utilidad para el depósito, ya que podía venderse como materia prima para levantar tapias.
Los productos que se comercializaban en aquella época eran de carácter simple, pues las pinturas eran el producto de la mezcla de colores minerales importados de Alemania con cal, los hisopos eran las brochas de aquel entonces, hoy desconocidas en el mercado. Los adobes eran hechos a mano, los techos se sostenían en maderas en bruto y caña brava, etc.
Para el año 1969, Depósitos Miranda se inscribe como empresa con personería jurídica en la Cámara de Comercio de Medellín, desde aquel entonces acompaña algunos gremios como: CAMACOL Y FENALCO. Más tarde, durante los años setenta y ochenta, vino la modernización en la industria de la construcción y como tal, Depósitos Miranda empezó a distribuir productos de mejor calidad: tejas de asbesto cemento, baldosines para enchapes de pisos y paredes, los aditivos para el cemento, el hierro de alta resistencia y pinturas industrializadas fueron los primeros materiales que entraron durante esos 20 años de transformación de la industria de la construcción y decoración.
Para los años 90 la imagen de Depósitos Miranda vive una amplia transformación “empieza a suministrar elementos complementarios de la construcción como muebles de cocina, bañó y electrodomésticos entre otros”; además el Señor Hugo Velez asume la gerencia.
La diversificación del mercado, fue la estrategia más encauzada que logro establecer Depósitos Miranda, en la última década. La permanente capacitación del recurso humano y el compromiso que se recibe de ellos, son gran parte del servicio singular que permite dar una excelente atención al cliente.
El CIAM (Crédito Individual Automático Miranda) programa que se inicia a principios de los 90 la apertura a créditos importantes para la consecución de materiales para la vivienda con un plazo inicial de 6 meses. En 1996 se inicia un verdadero trabajo de mercadeo del servicio con la capacitación de vendedores puerta a puerta, que deja como resultado al cabo de 4 años una ampliación en los pagos, pasar de 12 a 15 y de 15 a 18 meses, son las consecuencias de un excelente servicio y con tasas de interés normal, asequibles para las familias de bajos ingresos.
En 1998 nace la alianza con Comfenalco, donde Depósitos Miranda es uno de los comercializadores que suministra materiales a sus clientes y afiliados.
En el año 2010 se firma convenio para la atención de clientes de la tarjeta SOMOS de EPM, atendemos actualmente varios convenios con empresas como: Compañía de Galletas Noel, afiliados a la Funeraria Juan Bautista, fondo de empleados de Bellanita de Transportes entre otros. El fin de todo esto, no es otro que establecer el lema “Si no lo tenemos lo conseguimos”. La idea es que el cliente no solamente encuentre los materiales sino que encuentre todo tipo de asesoría, acompañamiento en cada paso de construcción, decoración y amueblamiento de la vivienda.
Actualmente contamos ya con 70 años acompañando y creciendo junto a las familias del valle de Aburra.